Los juegos para perros en la residencia canina de Tomelloso son una excelente opción para poder reducir el estrés a parte de entretener a los perros que quedan alojados aquí.
Sin embargo debemos tener en cuenta que no por salir más a pasear o no por jugar más estamos beneficiando a todos los perros por igual ya que tenemos que evaluar a cada individuo para saber cual es el nivel de estimulación adecuado y si este mismo genera estrés en el perro, de lo contrario por muy buenas intenciones que tengamos podemos hacer que el perro pase una muy mala estancia en la residencia canina.
Ejemplo de intervención en nuestra residencia canina de Ciudad Real
Elvis es un perro mestizo de 45 kilos que (mestizo de Mastín) que pasa las vacaciones en nuestra residencia canina de Ciudad Real, el primer día que vimos a Elvis estaba terríblemente asustado, un montón de señales de apaciguamiento rodeaban al comportamiento de este bichejo. Las señales que pudimos observar de estrés eran terribles cosa que denotan lo mal que lo estaba pasando en esta situación. La situación no era otra que tener que quedarse en la residencia canina.
El riesgo de sufrir un ataque por parte del perro era bastante grande ya que el animal al fin y al cabo solo intentaba protegerse de nosotros y da igual si nosotros somos una amenaza real o no, lo que importa es lo que piensa el perro. El peor momento con el perro era ponerle la correa ya que para ponerle la correa debíamos estar cerca y esta distancia era insuficiente para que el estuviera tranquilo. De aquí podemos deducir que cada vez que había que ponerle la correa el perro lo pasaba supermal y un montón de señales que podíamos apreciar de su lenguaje coorporal nos hacían de sentirnos mal por su estado.
Imaginar que cuando tienes un perro que tiene un miedo a las personas , a los coches, a los sonidos en general y a otro millón de cosas podemos entender que su día a día no es fácil, ni siquiera cuando cuenta con el apoyo de su familia. Este perro ya venía sufriendo de casa a pesar que sus dueños han intentado un montón de cosas para remediarlo, por ello debemos evitar todo tipo de situaciones que originen un estrés extremo ya que al fin y al cabo no es necesario.
Intervención en la residencia canina de Ciudad Real
Todos los días pasamos al cheníl del perro durante varias ocasiones y proporcionamos comida, al observar que la come seguimos realizando esto durante 3 días más. A partir de ahí empezamos a ponerle juguetes interactivos rellenos de comida (importante es que los juguetes estén pensado para el y pueda resolver el problema de sacar la comida). Cuando estamos nosotros ni los toca así que nos retiramos rápidamente para que interactue. Después de un par de días más el perro tiene suficiente motivación y confianza como para jugar en nuestra presencia pero sigue guardando los distancias.
Después de 3 días más el perro sigue sin salir a pasear ya que el paseo deber ser con correa debido a que por su gran miedo puede intentar huir y habría que arrinconarlo para poder cogerlo de nuevo, esto sería terrible para el perro y para nosotros que al fin y al cabo nos jugamos una lesión grabe. Decir que el perro se le coloca en una habitación grande donde puede estar amplio y hacer sus necesidades que inmediatamente se recogen nada más hacerlas. Las heces son mínimas debido que por el estrés de quedar en la residencia casi no come, solo chuches en el momento de los juegos.
Después de un estos días observamos que el perro viene hacia nosotros justo en la puerta pero aún no lo sacamos a pesar de que lo está pidiendo, esperamos un día más para generar más ganas de salir. Después de este día el perro empieza a salir de forma regular a parte de jugar con los juguete que les ponemos en la residencia canina de Ciudad Real.
Conclusiones de la estancia y tratamiento en la residencia canina de Ciudad Real
El perro llega con miedo, sin querer salir, mostrando señales de amenaza y defensa, no comiendo y con un estado de estrés muy elevado, haberlo sacado desde el minuto uno habría significado tener que ponerle la correa y haberlo estresado cada vez más, en lugar de eso damos comida para que empiece a responder y a generar expectativas positivas a nuestra presencia, una vez conseguido ponemos un problema (juguete para sacar la comida) lo suficientemente fácil para que pueda tener éxito y ganar confianza, el criterio se sube simplemente con nuestra presencia y a partir de ahí el perro empieza a estar relajado, justo en ese momento empieza a pedir salir y nosotros aguantamos un poco más para generar más ganas, después de eso sale regularmente y ponerle la correa no significa nada para él.
Puede que haya gente que piense que no sacar al perro es muy cruel pero de esta forma evitamos estrés innecesario ya que haber salido a un sitio desconocido con gente desconocida y que cada vez que se acercan para ponerle la correa lo pasa super mal no es la mejor opción. En su lugar hemos hecho un trabajo progresivo a la velocidad que marcaba el perro y que cuando ha estado preparado se ha sacado a dar paseos por la residencia canina.
A día de hoy Elvis viene a la residencia canina con asiduidad y no hay que recurrir a este tipo de prácticas sino que ya está totalmente integrado. Todo esto está muy resumido ya que se pueden hacer otro tipo de intervenciones y en esta ocasión se optó por esta forma de hacerlo. Gracias a nuestros conocimientos como especialistas en comportamiento canino podemos dar solución a estos problemas y a muchos más sin dejar de un lado que podemos hacer que los perros no sufran estrés o no de forma intensa cuando quedan en la residencia canina de Ciudad Real por primera vez.